miércoles, 6 de julio de 2016

La mujer en la masonería

La mujer en la masonería

Hace algún tiempo escribí sobre Carmen de Burgos "Colombine", la primera mujer corresponsal de guerra que fue borrada, literalmente, por Franco de las páginas de la historia del feminismo.

Repasando notas de mi bisabuelo Niceto Oneca que escribió la historia de la masonería, percibo que la dictadura también eliminó el rastro de otras mujeres pertenecientes a la masonería.

Hasta 1980, restaurada la democracia y auspiciada por la Gran Logia Femenina de Francia, en Perpignan, no se produce el reconocimiento de la mujer española en logias independientes y exclusivamente femeninas.

Los masones, a pesar de todos los reglamentos, tuvieron en España logias mixtas entre 1880 y 1890, que llamaron 《Logias de Adopción》 aunque en realidad fueron logias femeninas. Allí  no eran esposas, madres o hijas y podían considerarse como iguales a los hermanos.

Como precursoras hay que citar a las hermanas Amalia y Ana Carvia y Bernal que fueron iniciadas en Cádiz  en mayo de 1887. Y entre las mas recientes la abogada Clara Campoamor, conocida promotora de la lucha por los derechos de la mujer y el sufragio universal o la citada Carmen de Burgos.


Enlace de Facebook para un rápido vistazo al papel de la mujer en la masonería española.

https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10208582189705094&id=1619696187

martes, 5 de julio de 2016

Primeras revistas femeninas

En 1954 la Sección Femenina funda la revista "Teresa", dirigida por Lula de Lara, colaboradora inseparable de Pilar Primo de Ribera, dirigida a un estilo de mujer que defendía la organización desde 1934.

El mismo año apareció una publicación trimestral de Escuela Hogar que se mantendría hasta 1961.
En 1959 comenzaba la revista "Familia española" que desaparecería cuando fue desmantelada la Secretaría General del Movimiento.

Durante el franquismo, en 1964, algunas publicaciones se exiliaron como "Mujeres libres" de la anarquista Suceso Portales, ayudada por las ciclostiles de libertarias inglesas. Años mas tarde se incorporaría  Sara Guillén y trasladó entonces su exilio a Montady en Francia.

En el interior hubo  intentos de cambiar algunos estereotipos a través de las publicaciones periódicas femeninas de la Acción Católica Española.