miércoles, 15 de junio de 2016
Paragüero lañador
Estos días en los exámenes de selectividad, preguntan por anáforas, catáforas y paronimias, palabras que los estudiantes conocen porque forman parte de la asignatura de lengua, pero hay otras que han quedado obsoletas como algunos oficios.
En mi infancia había unos tipos que recorrían Madrid voceando, "paragüero, lañadooor". Se paraban en las bocacalles donde acudían los parroquianos con sus cacharros averiados y paraguas desvencijados.
A los cacharros metálicos les aplicaban parches de estaño caliente que quedaban adheridos en los poros producidos por las cocinas de carbón. A los lebrillos y barreños cerámicos les ponían unas grapas pero la mayoría de las veces no eran tan eficaces.
También cambiaban las varillas metálicas de los paraguas averiadas por el viento y remendaban con aguja e hilo las telas rotas o agujereadas, incluso arreglaban los mangos desprendidos.
Tiempos pasados, oficios olvidados e incluso algunas ilusiones perdidas, como las primeras elecciones democráticas, hoy hace...
Feliz miércoles a todos... ¡sin nostalgia!
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