Abanicos.
Dicen que en el siglo VII un obrero japonés se inspiró en las alas de los murciélagos y creó un abanico llamado “Kawahori”.
Su uso se extendió por China, Persia y la India.
Los mercaderes portugueses y españoles lo trajeron a Europa. Es curioso que en la catedral de Pamplona hay una arqueta de marfil del año mil con figuras talladas que sostienen diferentes abanicos.
Buen domingo para todos y mientras el frío se acomoda en la tierra del teatro, recuerdo como era el lenguaje del abanico.
(Fotos M.Bla
sco y BBC)
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