Viernes.
Recuerdo que en mi infancia este viernes no existía, se imponía el silencio y el cese de toda actividad lúdica y comercial.
Hoy el ambiente de las ciudades se transforma en bullicio festivo y las playas se llenan de gentes ávidas de un rayo de sol.
Buen día a mis amigos, mientras las procesiones religiosas permanecen, para muchos, como un atractivo turístico y una excusa para disfrutar de...
"vacaciones".
(Fotos M.Blasco)
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