Cataplasmas que curaban.

Anoche mientras veía la película "El médico" en la que se aplicaban antiguos remedios, recordaba que mi abuela Lola, cuando llegaba ésta época, cuidaba los resfriados de los nietos con historias de su infancia y referencias a lo que avanzaba la humanidad. Decía que la penicilina nos curaría, mientras que a ella le ponían cataplasmas.
Y recuerdo una de sus frases preferidas: "Mas se perdió en Cuba y... volvieron cantando".

Ella nació en 1898, cuando la guerra entre Estados Unidos y España. El conflicto terminó con la derrota española que debió abandonar los territorios de Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam.
De los cien mil combatientes murieron la mitad y el resto regresó a España "alegre porque se había salvado".

Tres años antes el periódico "La Independencia" recogía una proclama patriótica del general Martínez Campos:
"Esos países, herederos de nuestra sangre que se revuelven contra la madre patria para satisfacer el interés de algunos aventureros que de nada, quieren ser algo y que propagan el separatismo".

Y acababa con drásticas soluciones:
"Todos los insurrectos que fueran apresados con armas, serán juzgados por un Consejo de Guerra y fusilados, mientras que los conspiradores contra la integridad nacional serán deportados a Ceuta o a presidios de África".

Feliz lunes a todos, especialmente a los Carlos que celebran su santo, a pesar de que..."llueven conflictos" pero como decía mi abuela, podría ser peor.

(Fotos "Prensa Latina", "ABC" y Archivo Torre do Tombo)