miércoles, 3 de mayo de 2017

Fiestas del primero de mayo


Hasta 1886 los trabajadores jamás pensaron exigir sus derechos, solo trabajaban.
En mi juventud era sinónimo de espectáculos televisivos y manifestaciones prohibidas y reprimidas por los 'grises'.
Hoy también se celebra la ancestral y apacible fiesta de las "maias" en algunas zonas de Galicia y Portugal.
Las puertas y ventanas de las casas, los coches y aperos de labranza, se adornan con "roscas" de flores y ramos de xesta o genista amarilla.
Es un vestigio del "Beltane" una antigua festividad celta que marcaba el principio del verano para expulsar los malos espíritus acumulados durante el invierno y proteger las propiedades y el ganado.
En las costas de Pontevedra, los pescadores son muy supersticiosos y cuando pensaban que su barca estaba enmeigada y pescaban poco, acudían por la noche a azotarla o mallarla con unas ramas de genista, mientras soltaban improperios hasta quedar agotados. El objeto de este rito de apaleo está presente en otras culturas de origen indoeuropeo, que expulsan a latigazos a las brujas que se han apoderado de las embarcaciones y además impiden la abundancia de las capturas.
Feliz día del trabajo, a pesar de que... recuerdo una frase de Ramón Hernandez de Ávila:
"En la historia la evolución hacia el progreso no existe, si no se provoca. Nunca el poder ha regalado nada".
(Fotos M.Blasco y 'Nueva tribuna')

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