Lisboa siempre sorprende a través de sus habitantes, sus cafés, sus tiendas o sus barrios.
Campo de Ourique es un barrio que me gusta porque tiene tranvía y vida propia, es como una pequeña ciudad dentro de Lisboa. Dicen que tiene la mejor calidad de vida. Su mercado fundado en 1934 ha sido renovado recientemente, siguiendo el modelo del madrileño de San Miguel y ahora junto a los tradicionales puestos, se le han añadido otros de tipo gastronómico.
Hay edificios modernistas, antiguas confiterías, buenos restaurantes, la Casa de Fernando Pessoa, el acueducto de las Aguas Libres y... el cementerio de 'Prazeres'.
Cuando en 1833 se produjo en la ciudad un brote de cólera, se creó un gran cementerio en una antigua quinta llamada así.
Desde ayer tiene un nuevo vecino, Mario Soares que junto a su mujer y otros personajes de la política, la literatura o el arte residen para siempre en este tranquilo cementerio, incluso tiene una zona denominada 'rincón de los artistas', donde están el pintor Mário Cesariny de Vasconcelos, el poeta António Gedeão, el dramaturgo Bernardo Santareno o la cantante Cándida Branca Flor. También estuvo la fadista Amália Rodrigues, antes de trasladarla al Panteón Nacional y Fernando Pessoa, que más tarde iría al Monasterio de los Jerónimos.
Feliz miércoles a todos, a pesar de que... los vivos solo disfrutamos temporalmente de los placeres de la vida, a la espera del maravilloso paraíso.
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