La permanente agresión humana a la naturaleza, éste fin de semana se ha convertido en tragedia.
El incendio de una las zonas mas bellas de Portugal, muy cerca de la frontera con Cáceres, nos recuerda que el cambio climático no es una tontería de los ecologistas.
El incendio de una las zonas mas bellas de Portugal, muy cerca de la frontera con Cáceres, nos recuerda que el cambio climático no es una tontería de los ecologistas.
Cuando viajo por Portugal no acabo de entender la urbanización de 'playas fluviales', con chiringuitos, columpios y barbacoas.
Los fines de semana, estas 'playas' se llenan de gentes de ciudad que huyen del calor sofocante como el sábado pasado.
El rayo de una tormenta seca provoca un incendio, agrandado por el viento y miles de personas intentan escapar por carreteras estrechas, llenas de curvas, mal señalizadas y con itinerarios que los GPS no reconocen.
Los fines de semana, estas 'playas' se llenan de gentes de ciudad que huyen del calor sofocante como el sábado pasado.
El rayo de una tormenta seca provoca un incendio, agrandado por el viento y miles de personas intentan escapar por carreteras estrechas, llenas de curvas, mal señalizadas y con itinerarios que los GPS no reconocen.
El desastre tiene muchos culpables, el abandono del bosque por la emigración y el envejecimiento de la población autóctona, la plantación del monte de árboles inadecuados y al final, nuestro tipo de civilización que agrede permanentemente al entorno natural.
Hoy ha sido los bosques del entorno del río Zêzere afluente del Tajo, el Alge, el Cabril, el Unhais o el Nabão. Esperemos que mañana no sean los montes de otros ríos de nuestra península ibérica.
Este lunes no puedo desear un feliz día, sino luto y solidaridad con Portugal.
(Fotos M.Blasco)
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