Hoy que el calor vuelve a apretar y la pereza se hace mas presente, recuerdo que hace ocho años compartí esta foto del tren que recorre casi a la misma velocidad, lentamente, "devagarinho" como dicen los portugueses, el río Douro, entre las estaciones de Pinhao y Pocinho, cerca de la frontera con Salamanca. Un viaje inolvidable...
Pasan los años y ese río y su paisaje, patrimonio Mundial de la Humanidad, continúan anclados en el tiempo, sólo alterado por los colores cambiantes de sus viñedos, verdes en primavera verano y ocres en otoño e invierno.
Feliz martes a todos, a pesar de que... el turismo masivo, cada año invade de forma peligrosa los paraísos cercanos.
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